La niña que se compró un gato y no le enseñó a volar.

La niña que se compró un gato y no le enseñó a volar.

Había una ves, hase mucho, mucho tiempo...
Una niña muy desgraciada que casi no tenía para comer. Para aumento de su desdicha, su nombre sólo se componía por consonantes, Rtdlqvzsgñp, por lo que era prácticamente impronunciable lo cual le provocó muchos traumas en el ámbito escolar. Por no hacer mención a que la niña era huérfana, se advertía en los padres cierta atracción sexual hacia el veneno. Cargaba con 15 hermanos ciegos y 12 hermanas adictas al crack. Además vivía en un pisucho de alquiler de escasos 5 m². Nuestra amiga (para hacerla más desgraciada diremos que no es nuestra amiga) no amiga mantenía a su familia trabajando de manera nocturna e ilegal, prostituyéndose, y más de una vez había sido secuestrada y violada hasta la muerte, he de hacer incapié en que nuestra amiga no amiga deseaba con toda su alma su propio expiro y siempre que intentaba suicidarse descubría que era inmune a él y que su corazón podía aguantar 103 días sin latir y luego tan pacho restablecer el pulso y volver a la rutina, por lo que corrijo, no hasta la muerte sino hasta que los secuestradores la daban por muerta.
El engendro, no sé si he mencionado ya que para colmo era un cardo... FEÍSIMA, que no es nuestra amiga, fracasó intentando asesianr a sus hermanos y la desesperación terminó por consumirla. No comía ni bebía, apenas hablaba con nadie y las deudas poco a poco la fueron tragando hasta terminar durmiendo debajo de un puente. Todo se veía muy negro en la desastrosa vida de Rtdlqvzsgñp hasta que un rayo de luz iluminó una puerta.
Un día, nuestra espuria amiga no amiga decidió salir del puente para su intento de suicidio diario, cuando, por muy raro que parezca, un androide espacial del planeta ...